sábado, 16 de marzo de 2013

Tutores en Bdsm


Mucho se habla, se debate, se juzga, se opina, se critica y se alaba la figura del Tutor en Bdsm. Hay tantas opiniones como personas hablan del tema, unos lo encuentran necesario e interesante, otro lo tienen absolutamente denostado.

En estas líneas diré lo que para mí debería ser un Tutor, lo que pienso sobre ello. Por supuesto, sólo es mi humilde opinión  y no necesariamente se tiene que estar de acuerdo.

El DRAE  dice lo siguiente:
tutor, ra.
(Del lat. tutor, -ōris).
1. m. y f. Persona que ejerce la tutela.
2. m. y f. Persona encargada de orientar a los alumnos de un curso o asignatura.
3. m. y f. Defensor, protector o director en cualquier línea.
4. m. y f. Persona que ejerce las funciones señaladas por la legislación antigua al curador.
5. m. y f. Profesor privado que se encargaba de la educación general de los hijos de una familia.
6. m. Caña o estaca que se clava al pie de una planta para mantenerla derecha en su crecimiento.

Me quedo con la segunda acepción, y diría que un Tutor es la persona encargada de orientar en Bdsm a alguien que desea conocerlo y adentrarse en él. No se trata de enseñar lo que cada uno sabe, sino de orientar para que el otro pueda saber lo que desea, lo que va con él.

Más personalmente, considero que un buen Tutor es el que provoca que el otro mire dentro de sí mismo, que se plantee preguntas y se sumerja en su interior para conocerse, para obtener las respuestas, SUS propias respuestas. Un Tutor NO es el que da respuestas, puesto que no las tiene al no estar en el interior del otro.

No es nada fácil ser Tutor, implica una enorme responsabilidad y es necesaria una gran madurez personal y honestidad para poder mostrar todas las opciones dentro del Bdsm, aunque no se esté de acuerdo con ellas. Por una razón muy sencilla, porque el otro no es como nosotros, y si no se lo mostramos todo, estamos condicionando su propio conocimiento.

En mi opinión, tal y como acabo de decir, puede ser Tutor cualquiera que reúna las condiciones de madurez personal y honestidad. No es imprescindible tener grandes conocimientos de técnicas y prácticas, eso es secundario, y siempre hay expertos en algo que podrán mostrar cómo se realiza. Sin embargo, sí creo que es necesario establecer una confianza personal para poder ejercer como Tutor, y a la vez para ser aceptado como tal, y eso lleva tiempo, como es natural. Amos, Amas, sumisas, sumisos, todos ellos pueden ejercer como Tutores entre sí, no importa el rol de cada uno.

Lo que no creo que se deba hacer, es abusar, engañar o beneficiarse de serlo. Muchas veces la figura del Tutor está tergiversada y es odiada gracias a los que han realizado abusos y se han aprovechado de la sumisa. Encuentro que lo más abundante es el que se denomina Amo y se aprovecha de la sumisa para su disfrute personal con la excusa de enseñarle prácticas y posibles situaciones que tendrá que afrontar. Eso NO es un Tutor, evidentemente. Por desgracia, ha ocurrido con mucha frecuencia, y seguirá sucediendo, mal que nos pese. Siempre habrá aprovechados y crédulos.

Para terminar, creo que la decisión de tener un Tutor es muy personal, que sólo el que desee tenerlo sabrá si es bueno o no, y que seguirá habiendo tantas opiniones como personas hablen del tema.