Mucho se habla, se debate, se juzga, se opina, se critica
y se alaba la figura del Tutor en Bdsm. Hay tantas opiniones como personas
hablan del tema, unos lo encuentran necesario e interesante, otro lo tienen
absolutamente denostado.
En estas líneas diré lo que para mí debería ser un Tutor,
lo que pienso sobre ello. Por supuesto, sólo es mi humilde opinión y no necesariamente se tiene que estar de
acuerdo.
El DRAE dice lo
siguiente:
tutor,
ra.
(Del lat. tutor, -ōris).
Me quedo con la segunda acepción, y diría que un Tutor es
la persona encargada de orientar en Bdsm a alguien que desea conocerlo y
adentrarse en él. No se trata de enseñar lo que cada uno sabe, sino de orientar
para que el otro pueda saber lo que desea, lo que va con él.
Más personalmente, considero que un buen Tutor es el que
provoca que el otro mire dentro de sí mismo, que se plantee preguntas y se
sumerja en su interior para conocerse, para obtener las respuestas, SUS propias
respuestas. Un Tutor NO es el que da
respuestas, puesto que no las tiene al no estar en el interior del otro.
No es nada fácil ser Tutor, implica una enorme
responsabilidad y es necesaria una gran madurez personal y honestidad para
poder mostrar todas las opciones dentro del Bdsm, aunque no se esté de acuerdo
con ellas. Por una razón muy sencilla, porque el otro no es como nosotros, y si
no se lo mostramos todo, estamos condicionando su propio conocimiento.
En mi opinión, tal y como acabo de decir, puede ser Tutor
cualquiera que reúna las condiciones de madurez personal y honestidad. No es
imprescindible tener grandes conocimientos de técnicas y prácticas, eso es
secundario, y siempre hay expertos en algo que podrán mostrar cómo se realiza. Sin
embargo, sí creo que es necesario establecer una confianza personal para poder
ejercer como Tutor, y a la vez para ser aceptado como tal, y eso lleva tiempo,
como es natural. Amos, Amas, sumisas, sumisos, todos ellos pueden ejercer como
Tutores entre sí, no importa el rol de cada uno.
Lo que no creo que se deba hacer, es abusar, engañar o
beneficiarse de serlo. Muchas veces la figura del Tutor está tergiversada y es
odiada gracias a los que han realizado abusos y se han aprovechado de la
sumisa. Encuentro que lo más abundante es el que se denomina Amo y se aprovecha
de la sumisa para su disfrute personal con la excusa de enseñarle prácticas y
posibles situaciones que tendrá que afrontar. Eso NO es un Tutor,
evidentemente. Por desgracia, ha ocurrido con mucha frecuencia, y seguirá
sucediendo, mal que nos pese. Siempre habrá aprovechados y crédulos.
Para terminar, creo que la decisión de tener un Tutor es
muy personal, que sólo el que desee tenerlo sabrá si es bueno o no, y que
seguirá habiendo tantas opiniones como personas hablen del tema.
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