jueves, 2 de abril de 2009

Sobre límites

Qué es un límite? Como es habitual en este blog, damos definiciones, luego las acomodaremos a nuestro sentir. Nos quedamos con ésta:

Del lat. limes, -ĭtis).

4. m. Extremo que pueden alcanzar lo físico y lo anímico. Llegó al límite de sus fuerzas.


Todos tenemos límites, físicos y emocionales, es decir, psicológicos. Todos tenemos una capacidad, mayor o menor, de resistencia, un punto en el que pasamos de estar bien a no estarlo, a sentir el dolor en cualquiera de sus aspectos. Y ese punto no es el mismo para todos, evidentemente. Hay diferencias, y son esas diferencias las que marcan el umbral de dolor, o la tolerancia al dolor de cada uno, que se define como la intensidad mínima de un estímulo que despierta la sensación de dolor. Las reacciones ante el dolor son distintas en las personas, lo que para una resulta intolerable, no afecta a otra, aunque las dos sientan dolor. Hay dolores que producen angustia, depresión, náuseas y lágrimas en cierta gente pero no en otra. También es cierto que la tolerancia al dolor puede variar en una misma persona según las circunstancias y el estado psíquico. Esto es algo que nunca podemos olvidar, ni como Dominantes ni como sumisas, que no es igual para todos.

Cuando iniciamos el conocimiento de la otra persona en una relación bdsm, una de las primeras cosas que se comenta, son los límites. Cuántas veces nos han hecho, o hemos hecho, la pregunta ¿Cuáles son tus límites? En mi opinión, debe hablarse mucho de los límites, con total sinceridad y respeto, con claridad y escuchándose mutuamente.

Nos encontramos fundamentalmente con dos tipos de actitudes muy repetidas, dentro de la enorme diversidad que puede haber. Por un lado, el Dominante que dice que no admite más límites que los que Él quiera imponer. En este caso, tiene que haber un profundo conocimiento de la otra parte para poder saber hasta dónde se puede llegar, para saber cuándo es el momento de ir un poquito más allá, cuándo poder traspasar límites emocionales o aumentar el umbral de dolor. Y esto es válido para ambos, pues el Dominante intentará llevar a su sumisa siempre un poco más allá, y por otro lado, la sumisa querrá dar siempre más a su Dominante. Pero, insisto, siempre dentro del conocimiento, de la confianza, del respeto hacia el otro que sólo se logra con tiempo, paciencia, comunicación y sentido común.

Por otro, los que tienen su lista de límites y los hablan. Si el Dominante acepta esos límites, debe respetarlos escrupulosamente hasta que la sumisa esté segura de querer traspasar alguno de ellos. Sólo en ese momento, puede ir más allá, sin forzar a la sumisa innecesariamente.

Jamás podemos olvidar que el Bdsm es sano (sensato), seguro y consensuado (SSC) y que, basándonos en ello, se puede ir tan lejos como ambos deseen y quieran.

Sí quiero advertir que nunca nos pueden forzar a hacer lo que no deseemos o que vaya en contra de nuestros principios. Nadie tiene derecho a hacerlo. Ningún Dominante tiene derecho a pasar por encima de nuestro bienestar emocional, no pueden obligarnos a nada que no queramos. No olvidemos nunca que cedemos temporalmente el poder, pero no la responsabilidad, y la responsable última de su bienestar es la propia persona. Como siempre digo: sumisas sí, tontas no.

De la misma forma que hay que ser prudentes cuando una sumisa nos dice que no tiene límites, puede ser muy peligroso para ella misma y para el Dominante, ya que puede indicar un deseo incontrolado de agradar y ser aceptada, y por tanto encubrir algún tipo de carencia emocional no superada.

Ya en otro post hemos hablado de límites o aspectos de la vida que no deberían tocarse, ni incluirse en las relaciones Bdsm. Es un tema que iremos hablando y aclarando tantas veces sean necesarias, pues la salud física y emocional (psicológica) de todos los que vivimos el Bdsm está en juego, y la única manera de disfrutar es haciéndolo desde la madurez y la responsabilidad.

2 comentarios:

Confianza dijo...

Muchas gracias por tus palabras, Jennifer, con que sirva a alguien ya habrá cumplido su objetivo.

Un cordial saludo,

Confianza

Anónimo dijo...

Hola, me gustaría opinar sobre los límites.
Creo que para personas que empiezan o sienten el BDSM timidamente, o aun no lo aceptan plenamente, deberian fijar muchos límites por simple prudencia y sentido común, aunque ello suponga disfrutar parcialmente.
En el Bdsm muchas personas no saben que se manejan energias muy fuertes y poderosas que crean dependencia o desequilibran sicologias poco formadas.

El tema de entrega total tendria que dejarse para años despues tras una larga evolucion de pareja y siempre teniendo en cuenta que si lo entregas todo te quedas sin nada, Siempre hay que preservar una parte de uno mismo para seguir creciendo y tener algo nuevo que compartir y entregar de tu propia cosecha o se vuelve todo monotono.
Son dos a poner leños en la llama de la relacion. Nada de anularse por favor.

Jukian